Amor de Solsticio
20:38 | Author: Urbano
Despertó temprano para darle los últimos toques a la capa blanca que había confeccionado y revisaba con cuidado los conjuros que bordo en ella, ya que le proporcionaría protección y dicha a su amado. Esta seria su regalo de cumpleaños, aunque la fecha paso sin importarle.

Su amor era Esnarlin un gran mago que vivía en las tierras lejanas del norte y ella solo lo veía algunas veces al ano, en algún solsticio, en el cual el pudiera viajar. Estaba acostumbrada a la soledad, era la grandiosa Bruja Solitaria del Trópico de Cáncer, muy conocida en la región, por sus grades encantamientos y sabiduría. Winifer vivía sumergida en sus conjuros y hechizos para poder combatir su soledad.

El solsticio de verano se acercaba, era la fecha que el Gran Mago del Norte visitaría el trópico. Lo esperaba con ansias, aunque sabia que estaba condenada a estar sola para siempre en esas tierras. Sus maestras le habían dicho que su destino estaba escrito y que además de ser una bruja solitaria nunca conocería el amor, que todos sus intentos serian en vano, porque sobre en ella descansaba una maldición heredada de su madre que había librado una gran batalla con una bruja y esta antes de morir la maldijo hasta su tercera generación, la cual rezaba: “nunca el amor verdadero tocara su corazón en estas tierras”. Winifer sabia que el amor con Esnarlin era efímero y solo decidió disfrutar los pocos días del solsticio para su encuentro de amor. Tales días era la única oportunidad que tenía para poder sentir el cálido corazón del gran mago.

En estos tiempos existe una conexión entre el plano astral y físico. La hechicera sabia que teniendo conciencia en sus sueños podía hacer cosas grandiosas, podía volar, visitar lugares, curar personas y lo más importante para ella, podía amar. Cuando se acercaba el final de alguna estación la línea que separaba el plano astral y el físico se hacia mas delgada y en plena transición de estaciones la línea era nula por unos días. En este momento era propicio para hacer los conjuros más poderosos y difíciles porque los poderes mágicos se exaltaban con la fusión de los planos y pasaba algo mucho mas importante que cualquier demostración de poder para Winifer y era que podía sentir el amor y este amor podía ser correspondido. Por fin lograría sentir el calor de un pecho calentando su espalda y manos acariciando sus muslos hasta llegar a sus pechos, sentir la respiración caliente en su cuello y labios cálidos que destilaban miel al tocar los de ella. Con todos estos pensamientos en su cabeza, que le hacían abrigar ilusiones que nunca sintió, Tomo su creación y báculo y se interno en el oscuro bosque que la recibía con los brazos abierto.

Las aves de los árboles despertaron al verla pasar en aquellas penumbras, rodeada de un gran esplendor por el camino que conducía al puerto de la aldea. Para el bosque era un gran acto solemne ver a la gran bruja caminar sola en la oscuridad. La luz celestial que emanaba de su báculo no era lo único que iluminaba el camino, otra luz blanca brillaba. En su otra mano sujetaba una bolsa confeccionada con piles, que de sus costuras destellaban rayos de luz blanca, tan blanca que atravesaba la densa neblina y envolvía a Winifer en un velo de misterios y enigmas.

En la bolsa se hallaba el regalo de Esnarlyn, el cual brillaba al sentía su presencia. Uno de los conjuros escritos en el manto era la habilidad de brillar cuando no estuviera con su dueño, para poder ser encontrada. La capa tenia una cantidad asombrosa de encantamientos, que el Mago los iría descubriendo a medida que la usara. Winifer no estaba segura si a Esnarlyn le gustaría o si le quedaría bien, pero decidió dejar la respuesta al suerte.

Ella esperaba sola en el puerto, rodeada de su gran aura blanca que hacia trizas la niebla. Era la primera vez que vendría y convivirían juntos, dormirían en el mismo lecho y estarían unidos hasta su partida al final del solsticio. Cuando Esnarlyn alcanzo el puerto, ella sintió como se agudizaban sus sentidos, el cristal de su báculo aumento la intensidad de su luz por la agitación que sentía de su dueña, prefirió soltarlo para evitar que el se percatara que ella estaba nerviosa. Winifer se sentía la bruja más bella del trópico, llevaba un vestido con los colores del mar al amanecer, un abrigo con bordados tan hermosos que parecía trazados por ángeles.

Al verlo lo abrazo y le dijo lo mucho que extrañaba su presencia, ya estaban en la transición de las estaciones y Winifer logro sentir amor por el. La miro a los ojos le dio las gracias por ir a recibirlo al puerto, y sin ninguna advertencia ni aviso, sin esperarlo, la beso. Fue un contacto calido, esperado por meses y bien recibido. Se aparto con cariño y timidez, rozando su mejilla barbada con sus delicadas manos perfumada con esencia de jazmín. No espero más para entregar el regalo por el cual ella había trabajado tanto. Solo dijo gracias, abrió la bolsa, un pequeño vistazo, la cerro y emprendieron el camino a su casa.

Aun era temprano y la cofradía de Enarlyn estaba en la aldea. Winifer cansada, decidió no ir a la reunión de magos. Se quedo en su cocina preparando algo de cenar. Estaba algo preocupada, sabia que la reunión de esa cofradía no era nada buena en ese lugar, ya que las energías del trópico eran muy fuertes en los solsticios, para que magos extranjeros hicieran encantamientos solo para divertirse, como jugar con los elementos o practicar sus encantamientos de transformaciones. Pero confiaba en Esnarlyn, el era un gran mago, y pensó: Que podría pasarle?

Al entrar a la habitación con la cena, vio a Esnarlyn cambiado y listo para salir, el traía puesto su regalo. La capa le daba esplendor, se veía hermoso. Un gran mago blanco. Pensó que no lo podía dejar salir solo, y prefirió engañarse y decir que era para cuidarlo de los peligros de las energías del trópico, ya que ella las conocía.

Llegan al punto de encuentro con la cofradía, no solo estaban los cofrades de Esnarlyn sinos también otras brujas y magos. Una hermosa playa iluminada por el resplandor de una gigante luna llena era testigo de aquella concertación de personas que jugaba a saberlo todo. El gran orbe se elevaba con imponencia en el horizonte y le agudizaba los sentidos a las cofradías que disfrutaban del baño de luna. El vino empieza a subir, todos la están pasando bien, varias chicas lanzan sus miradas a Esnarlyn, el es nuevo en la región, pero no se atreven a acercarse, ya que estaba acompañado por Winifer.

Danzan toda la noche y al marcharse uno de sus mejores amigos del lado oscuro lo invita a ir al otro lado de la playa para conjurar varios hechizos. Winifer sabia que no era buena idea, que seria muy peligroso conjurar a esas horas de la noche. Esnarlyn decide ir y le dice a Winifer que se irían en un solo caballo. Ella acepta y sube al corcel, se sujeta de el y emprenden el camino a toda prisa.

Llegan en poco tiempo y ya hay varios magos y brujas haciendo varios rituales: de fertilidad, de resguardo, bendiciendo amuletos. Ella mantiene la distancia, ya que no le gustaba conjurar encantamientos con personas del lado oscuro y deja a Esnerlyn participar solo.

Una luz brillante, una gran sorbo de un elixir extraño.

Cabalga a toda prisa, iluminando el camino con su báculo, todo el bosque obedecía la luz celestial que aquel instrumento irradiaba en forma de punta de lanza, como los jinetes con armadura que luchaban en las arenas. Winifer sujetaba a Esnarlyn en su regazo, rogándole a los dioses por su vida, sabia que lo que hacia aquel mago no saldría bien, intento advertirle pero el no la escuchó. Ahora cabalga a toda prisa en una noche donde la luna no quiso ser testigo y se oculto, donde con gran destreza esquiva los troncos sin vida que el bosque no puedo apartar. La túnica de Esnarlyn resplandecía advirtiendo que algo estaba mal. Ella sabia que tenia que hacer algo antes de que saliera el sol y la noche se alejara con la vida de Esnarlyn. Solo los conjuros de su túnica y las lágrimas de Winifer lo mantenían vivo.

Mientras corría cortando el viento, pensaba que solo quedaban dos días para que el solsticio terminara y que muy pronto lo que estaba sintiendo por aquel moribundo desaparecería. Si moría esa noche solo sufriría los días que quedaban de solsticio. Tenia claro que el se iría y que también el se olvidaría de ella. Decidió ser realista y organizar sus sentimientos.

Ella salta del caballo y ayuda a Esnarlyn casi desmallado a bajar. Entran a la casa y ella rápidamente hace una infusión de agua, azúcar y mandrágora para salvarle la vida. Lo acuesta en la cama y pasa varios minutos contemplándolo, estaba segura que se pondría bien. Toma una bolsa, empaca vestidos para dos días.

El sol comienza a asomar sus primeros rayos de luz que rozan la cara de Winifer frente a la cama, se acerca a el, besa su frente con la esperanza que lo recordara cuando despierte, se aparta de la cama sin apartar su mirada de el, le da la espalda, se aleja sigilosamente y la puerta se cierra detrás de ella.

Continuara…
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