En realidad no soy religioso, ni me gusta congregarme, pero puedo decir que soy espiritual, creo en el bien y en el mal.
Anoche cuando llegue a casa, con unos tragos en la cabeza, observe algo nuevo en mi mesita de noche, donde tengo mi colección de posuelos, era un posuelo que yo no había puesto ahí, con una imagen del Cristo de la Misericordia.
Del otro lado del posuelo rezaba una promesa que fue tan contundente y convincente que quice compartirla aquí en mi blog.
"Prometo que el alma que venere esta imagen no perecerá.
También prometo, ya aquí en la tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte yo mismo la defenderé con mi gloria."
Llego en buen momento, un gesto hermoso para tiempos oscuros.
Gracias por el regalo.
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A veces la vida te pega tan fuerte que no puedes respirar, el oxigeno te falta en el cuerpo y la sangre que mueve tus dedos deja de circular, dejas de escribir... dejas de pensar... tus pensamientos se estancan y lloras.
Muchos se inspiran en estos momentos y hacen cosas grandiosas, pero otros simplemente no se animan a escribir cosas bonitas y vivas, prefieren callar a tener que darle rienda suelta a la tristeza en sus creaciones.
Todo pasa o se transforma y volveré a escribir, para ti que entras por error a este blog cursi o para ti que estas acostumbrado a leer las distintas Historias Urbanas.
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Cuando te hallas ido lejos, recuerda llevar contigo todos nuestros momentos, nuestros recuerdos.
Y… cuando se hallan extinguido las ultimas sonrisas, recuerda las nuestras y ellas te reconfortaran.
Y… cuando se hayan extinguido la ultima canción que te guste, recuerda cuando te contaba versos sin sentido.
Y… cuando el último de tus lugares favoritos hayan desaparecido, recuerda los nuestros porque siempre estarán ahí para nosotros.
Y… cuando el último aliento de esperanza te haya dado la espalda, recuerda nuestros sueños y ellos te harán resistir.
Y… cuando el último de tus amores ya no exista, recuerda el nuestro, porque es para siempre.
Solo nuestras vivencias nos harán sentir mejor al final de nuestros días, vive con pasión y madurez, para que algún día puedas decirte a ti mismo todas estas palabras de aliento.
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