Historias Urbanas

Algunos documentos metafísicos dictan que una de las formas de alcanzar la paz espiritual es desprendernos de las cosas que amamos. Cuando leí esto miles de preguntas llegaron a mi cabeza, como puede una persona desprenderse de lo que ama si esas cosas nos brindan felicidad y cierto modo nos complementan.

Siempre he dicho que exciten varios tipos de amor, que en cierta parte de nuestras vidas le prestamos más atención, como el amor familiar. Cuando somos niños todos nuestros sentimientos se vuelcan a nuestros padres y decimos cosas como: Prefiero morirme primero que mi madre, para no sufrir su pérdida. En realidad no pensamos como superaríamos una perdida como esa. El amor de amistad, cuando piensas que estas tan unido a ese amigo o amiga que no pueden estar separados. El amor por el trabajo, cuando nos esforzamos tanto para que todo salga bien y nos levantamos alegres en la mañana y pensamos, “no me imagino haciendo otra cosa que no esa esto” o “ Si naciera otra ves volvería ser esto o aquello”.

Pero en este escrito quiero hacer hincapié al único tipo de locura o enfermedad mental que se considera normal y hablo del Amor Por Otra Persona, por ese alguien que nos complementa. Por ese ser que lo arriesgamos todo y somos capaces de regalar hasta nuestra propia vida. Como desprendernos de este amor para alcanzar la paz espiritual? Cuando esta persona lo es todo para nosotros.

De esta incapacidad de desprendimiento yo considero que es la principal razón por la que sufrimos en el amor, por el miedo a perder a nuestra otra mitad. De aquí se derivan los celos, muchas personas lo consideran un sentimiento dañino en las relaciones, pero en realidad es un mecanismo para demostrar que no quieren perder a la persona que aman. Cuando nos dejamos embaucar por los celos, comenzamos a ver cosas donde no las hay. Pero a pesar de todo si decidimos desprendernos sin dejar de amar, cono dejar todo nuestros espacio a ese amor, dejando cabida a otras cosas podríamos tener una relación mas sana. No basada en la confianza sino en el amor y el deseo de seguir juntos.



Isabel entra al bar en busca de Misael que la esta esperando. Su prometido desde el fondo la logra ver cuando entra y observa como lo busca con la mirada. Al no verlo comienza a caminar en el lugar en su búsqueda. El observa como un chico muy atractivo la detiene, al ella ver quien era, lo abraza y lo besa con cariño en las mejillas y comienzan a charlar muy amenamente. Su prometido sin pensarlo se dirigió hacia ella y le alo del brazo – mi amor te estoy esperando- ella se despide del joven atractivo y se alejan.

Misael era un chico normal, con aspiraciones normales, necesidades normales y un futuro provisorio con Isabel, su prometida. El decidió vivir sus vida junto a Isabel, pero ella no tenia los mismos planes. Ella tenía aspiraciones más altas, quería viajar, conocer el mundo, triunfar y dejar huellas.

El joven amaba a Isabel y estar lejos de ella era una sensación insoportable, no podía estar ni una sola hora sin saber de su amada. Isabel sin embargo vivía una vida agitada y en su orden de prioridades no estaba Misael a la cabeza.

Un buen dia, Isabel recibe un e-mail notificando que ha sido seleccionada por la empresa para liderar por dos anos un gran proyecto de la organización. Aunque ella amaba a Misael no podía desaprovechar esta oportunidad del destino de vivir en otro país, conocer otra cultura y el gran aporte que esto hacia a su carrera.

Cuando Isabel tuvo el valor de decirle que había aceptado el proyecto Misael sintió que todo el mundo se le iba en cima, su amor de infancia, por lo que tanto lucho en la adolescencia y lo que disfrutaba ahora en su plenitud, se iba como arena entre los dedos.

Llego el día de partida, el a duras penas pudo ir al aeropuerto al despedirla, a pesar de sus aspiraciones, ella quería mucho a Misael y estaba dispuesta a terminar el proyecto y regresar, si el estaba dispuesto a esperarla. El dijo que si y que viajarían cada cierto tiempo, para verse y así sin mas Isabel se alejo de el por primera ves en el tiempo que tenían conociéndose.

Las primeras semanas fueron difícil para Misael, no podía adaptarse a la ausencia de Isabel, no tenia amigos, su negocio funcionaba solo y el estaba totalmente fuera de lugar. Una noche sentado frente al televisor viendo antiguos videos de el y Isabel cuando estaban de camping en las montanas, presto mucha atención a una parte que le hizo entender y ver las cosas diferente.

Andando por el camino escarpado de la montaña, Misael resbalo por un pequeño barranco y quedo colgado de Isabel en el borde, el suelo estaba a un metro de sus pies pero el no quería soltarse de las manos de ella. Ellos estallaron en carcajadas y ella no podía sostenerlo más, ya que la risa le robaba las fuerzas. El mientras trataba de subir se quedo mirando al rostro de Isabel el cual lo bañaba con la sonrisa mas sublime y en ese momento descubrió que no podía vivir sin ella.

- No me sueltes amor!!
- Tienes que soltarte, casi no puedo sostenerte!!
- Oye! Amigo! Suelta la cámara y ayúdala!!
- NO! Sigue grabando que nos seguiremos riendo de esto cuando pasen los anos. Amor suéltate, todo estará bien, estas cerca del suelo! La risa no me deja sostenerte! -Mas carcajadas…
El la miraba a los ojos, no pensaba en su caída, solo pensaba en ella y que no quería desprenderse, era como si debajo de sus pies, al soltar sus manos, habría un abismo esperando para engullirlo. Ella seguía riendo y sujetándolo.
- Amor escúchame, mírame a los ojos!
Isabel cambio su semblante y los miro fijamente a los ojos.
- Amor debes soltarte, yo estaré aquí esperando a que subas, todo saldrá bien. Ahora suelta mi mano y te espero aquí arriba.
Ella esperaba que el la soltara por su propia voluntad. Hubo un silencio sepulcral como si el tratara de entender algo. De pronto, ella sintió como sus dedos empezaron a dejar de hacer presión y a deslizarse lentamente de los de ella. El callo suavemente en el suelo y miro hacia arriba y ahí esta el rostro de Isabel mirándolo con unos ojos de te amo. Cuando subió Misael descubrió que no se había muerto por soltar las manos de Isabel y que ella lo esperaba.

En eses instante el detuvo la imagen y apago el televisor, vio su reloj y vio que aun era temprano, corrió al lugar donde guardaban las cosas viejas y empezó a buscar desesperadamente en la caja de sus recuerdo del colegio. Se detuvo al encontrar una pequeña agenda de teléfono, busco un nombre y corrió al teléfono.

- Hola! Eres tu Miguel?
- Si! Quien habla?
- Soy yo! Misael!
Hay un pequeño ruido y después silencio.
- Halo!! Disculpa que se me callo el teléfono de la impresión.
- Jajajajjaja!! Lo imagino, oye que estas haciendo? Quieres dar una vuelta para recordar los viejos tiempos?
- Claro! Donde nos vemos?
- Elije el lugar tu, que yo no tengo idea de donde podemos ir.
- Ok! Vamos para…

Y así, sin más, Misael se desprendió de Isabel sin dejar de amarla, y entendió que aunque ella este lejos, algún día volverán a estar juntos, si en realidad tenían que estarlo, descubrió que no puede detener su vida para vivir la de ella, pero si vivir la de el incluyendo a Isabel en su espacio.