Historias Urbanas

Manejaba a toda velocidad, llevaba consigo un retraso de casi una hora, pero su amor por la nicotina pudo más que el reloj y decidió detenerse a comprar cigarrillos. Salta del carro sin percatarse que un chico le observa.

Un olor a vainilla se apodera de su sentido del olfato, y corriendo hacia la tienda gira su mirada y sus ojos se encuentran con los de el. Sintió como su corazón brinco al mismo tiempo que brincaba los escalones del umbral del establecimiento. El no deja de mirar, pero ya la puerta que recién se abrió ocultaba lo que el joven de mirada tierna contemplaba.

En la tienda y con una total invasión de adrenalina ordena sus cigarrillos.

- Buenas tardes! Una caja de cigarros por favor!!
- Un momento…
- Señorita! Tengo prisa!
- Disculpe, que desea?
- Una caja de cigarrillos.
- Lo siento, no tenemos cigarros. Deja eso, que eso mata!
Ignora su comentario, mira su reloj, no tiene tiempo de más desvíos, debía irse en ese mismo instante.

- Donde puedo comprar unos cigarrillos por aquí cerca?
- Lo siento, ya todo esta cerrado, cuando la universidad cierra, todos los establecimientos cierran también. Pero oiste lo que te dije, deja de fu….

La puerta se cerro, dejando a la señorita con las palabras en la boca. Corre sin mirar, hacia su vehículo, de nuevo ese olor a vainilla ligada con cigarrillo le llama la atención y nuevamente encuentra la mirada de aquel joven de ojos cariñosos. Como bajo un hechizo no deja de mirar y se percata que el esta fumando. Ya en el carro mira su caja de cigarros vacía y al levantar la mirada todavía esta ahí la mirada tierna fundiéndose con el humo de su cigarrillo. Mira su reloj nuevamente y piensa.

- Tengo que irme!! Que estoy haciendo?

Se desmonta y se dirige al chico.

- Me regalas un cigarro?
- Claro! pero tienen sabor a vainilla. No te importa?
- No.
- Me lo enciendes por favor?
- Por supuesto!
- Gracias, me tengo que ir, adiós!
- Pero termina tu cigarrillo, son solo cinco minutos.

Lo piensa por un instante, sabe que tiene que irse y su celular empieza a sonar. Decide no contestar. No pudo resistir lo que estaba sintiendo, era como si todo a su alrededor le dijera que se quedara.

- Esta bien, mejor me fumo este cigarro con un poco de paz.

Fue el cigarrillo más dulce que había probado, los cinco minutos más agradables de todo el día y la sonrisa mas bella que le habían regalado. Cuando subió a su carro, el se acerco y le dijo que intercambiaran sus números telefonicos.

Las llamadas comenzaron hacerse frecuentes entre ellos y se vieron varias veces. En cada reunión había fuego entre ellos, pero en la última cita decidieron darle rienda suelta a lo que sentían.

- Que hacemos ahora? Tú me gustas mucho, desde que te vi cuando llegaste aquella tarde. Y subiste corriendo los escalones de aquella tienda.
- Tú también me gustas mucho, que quieres que hagamos?

Cuando aquel chico de mirada tierna le pregunto que iban hacer, solo se refería a una cosa. Se refería a intentar una relación. Al oír esta pregunta sintió miedo pero estaría en la disposición de intentarlo. Pero nadie dijo nada.

Al día siguiente, tenía ganas de verlo y oírlo, desde su agitado trabajo decide llamarlo.


- hola como estas? Tenia ganas de hablar contigo.
- Hola! Aquí estoy con mi novia, te puedo llamar mas tarde?
- Esta bien, hablamos luego…

Sin más que hacer, colgó el teléfono, no podía creer lo que estaba pasando. Pero prefirió sumergirse en el trabajo y dejar que el día transcurriera. Esperaba una explicación lógica a aquella conversación. Pasaron los días y el teléfono con su nombre no timbro. Su sonrisa empezó a borrarse de su memoria cuando semanas después recibe una llamada y en la pantalla solo leyó privado.

- Hola! como estas?
- Bien…
- Solo te llamo para dedicarte esta canción.


Tu recuerdo
Ricky Martin


Tu recuerdo sigue aquí
Como un aguacero rompe fuerte sobre mí
Pero a fuego lento quema y moja por igual
Y ya no se lo que pensar
Si tu recuerdo me hace bien o me hace mal
Un beso gris, un beso blanco

Todo depende del lugar
Que yo me fui. Eso esta claro
Pero tu recuerdo no se va
Siento tus labios en las noches de verano
Ahí están, cuidándome en mi soledad
Pero a veces me quieren matar

Tu recuerdo sigue aquí (repite coro)
A veces gris, a veces blanco
Todo depende del lugar
Que tú te fuiste, eso es pasado
Sé que te tengo que olvidar
Pero yo le puse una velita a to’s mis santos

Ahí está, pa’ que pienses mucho en mí
No dejes de pensar en mí
Tu recuerdo sigue aquí (repite coro)
(Piensa en mí) Es antídoto y veneno al corazón
(Te hace bien) Que quema y moja, que viene y va
(Tu donde estas?) Atrapado entre los versos

Y el adiós
Tu recuerdo sigue aquí
Como aguacero de mayo rompe fuerte sobre mí
Y cae tan fuerte que hasta me quema hasta la piel
Quema y moja por igual
Y ya no sé lo que pensar

Si tu recuerdo me hace bien o me hace mal
Tu recuerdo sigue aquí
Le lo lay lelo lelo
Rompe fuerte sobre mí
Pero que rompe, rompe, el corazón
Quema y moja por igual

Sé que te tengo que olvidar
Si tu recuerdo me hace bien o me hace mal


- Gracias muy bonita!
- Adiós!
- Adiós!

Sin decir mas nada todo quedo ahí. Nunca mas volvieron a verse, el tampoco explico lo que paso y mucho menos necesitaba que se lo explicara. Esa canción retumbo en sus oídos y su corazón durante dos años.

Dos años después…

- Luís José! No puede ser! Ahí en la entrada esta un chico que conocí hace dos años.
- Y que paso…?? por que te sorprendes...??, no sabes que este mundo es un pañuelo... ven vamos a bailar!!.

En ese momento todos bailaban, pero no estaba de ánimos para bailar.

- No quieres bailar?
- No, Luís José, no estoy en eso y más con tus amigos, ellos no me caen bien.
- Vamos a comer algo.
- Te acompaño solamente, no tengo hambre.
- Ok!

Se acercan a la comida y ahí se encuentra con aquella mirada tierna la cual no puede evadir.

- Hola!?
- Hola! Termine con mi novia…
- Que pena. Como te sientes?
- Bien, y tu con quien andas?
- Con un amigo.
- Que bien. Y que harás después de aquí?
- No se.

Y sin decir mas, sus miradas hablaron por ellos, esa noche estarían juntos otras ves. Fue una noche sin igual, los dos estaban concientes que no era solo sexo sino amor.

- Que hacemos ahora?
- Que quieres hacer tu?
- Yo quiero conocerte, tú me gustas mucho.
- Tú también me gustas mucho.
- Pues intentémoslo.


Dulce fantasia...
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