Historias Urbanas

Maruchy estaba obsesionada con ganar, se había preparado durante meses para esta competencia, ella sabia que debía lograrlo. Había elegido esta vez a uno de los mejores equipos de su país, para la gran travesía de cruzar la Patagonia.

En la competencia pasada sufrió una lesión que deshabilito a su equipo, se juro que volvería a participar en la próxima competencia. Cuatro anos después estaba lista, con un quipo más calificado ya que el pasado deserto. Ellos no quisieron seguí cuatro anos mas con los rigurosos entrenamientos para poder estar listos para desafiar a la naturaleza, con sus caprichosos climas en la impresionante Patagonia. Decían que era suficiente solo con participar aunque nunca llegaron a la meta. Para Maruchy esto no era suficiente, ella quería mas y estaba supuesta hacer lo que sea para alcanzar aquella medalla, no solo la medalla sino el privilegio de decirle a sus nietos que ella atravesó la Patagonia en el mejor tiempo e hizo historia al ser el primer equipo en esa competencia liderado por una mujer. Ella pensaba que le debía ese logro a todas las mujeres del mundo.

Parada en la estación de salida de aquel jueves gris ella solo miraba a todos los competidores y volviéndose a percatar que era la única mujer, las cámaras la enfocaban y los reporteros hacían comentarios de su gran tenacidad, solo decían: - es increíble! La Sra. Maruchy Colin se encuentra nuevamente en la Patagonia!!

Ella seguía parada en la estación de salida pensando que este ano ella vencería a la Gran Patagonia, la misma que le robo a su esposo.

Suena el disparo de salida, ella y su equipo comienzan a trotar, deben trotar 75 kilómetros para llegar a la primera estación de abastecimiento. Ella le demuestra seguridad y entusiasmo a su equipo pero en el fondo ella estaba asustada, los kilómetros empezaron a disminuir pero su miedo persistía. Sabía que en cualquier momento su lesión podría hacerle una mala jugada.

Kilómetro numero setenta y cinco. El quipo de Maruchy llega a la cabeza de la competencia. Ahora empieza una travesía en kayac para luego empezar el acenso a la Patagonia. Es una competencia de una semana y ella sabia que estaba en condiciones de lograrlo si su lesión no le jugaba una mala pasada. Maruchy tenia claro que para ganar el equipo debí llegar completo a la meta. Ella no se amilano por su lesión y siguió con el mismo animo con el que salio de la estación de salida.

Los reporteros de deportes extremos alababan a Maruchy, por su tenacidad y su valor. Ha mitad de competencia Maruchy era el foco de atención, todos estaban atento al desarrollo de la competencia y principalmente el estado del equipo de Maruchy, a tal punto que no solo su país la apoyaba, sino que todos los pises también. Los comentarios de los reporteros aumentaban y solo decían: Muy pronto la rodilla de Maruchy se encontrara con su mayor prueba, el tramo de 150 kilómetros en bicicleta.

El equipo de Maruchy sigue a la delantera y llegan a la estación numero 34, en la que tienen que tomar sus bicicletas y atravesar las escarpadas colinas heladas de la Patagonia. Maruchy fue la primera en tomar su bicicleta y al tomar el timón rogó al cielo y a su rodilla izquierda que la ayudaran a alcanzar su sueno. El equipo de Maruchy con una gran ventaja delante los demás, emprenden el camino congelado en bicicleta.

Todos los televisores del mundo entero sintonizaban la carrera, en la cual todas las cámaras solo eran para Maruchy. Ella encabezaba el triangulo de su equipo y de pronto un CLAK! Retumba en los oídos de Maruchy y un tremendo dolor invade toda su pierna izquierda. Ella casi pierde el control del timón pero se estabiliza. Sus compañeros le gritaron si todo estaba bien, de bajo de la inmensa brisa nevada, a lo que ella contesto que si y siguió pedaleando, quince minutos después el mundo entero se consterno.

La competencia siguió su curso y al otro día todos los encabezados de los diarios del mundo entero decían:

LA RODILLA DE MARUCHY ESTALLO!!